Una noche mágica llena de color, alegría, chaya y tradición dio inicio esta esperada celebración.
Como es habitual, el desfile de chayeros y vidaleros marcó el comienzo, entonando al tun tun de la caja chayera la canción que identifica nuestra tradición.
Los disfraces, en sus categorías mayor y menor, deslumbraron con creatividad y espíritu festivo, mientras que los inolvidables “Gorditos de América” aportaron su toque especial de color y alegría.
¡La fiesta recién empieza! Sigamos celebrando nuestra cultura con el alma chayera bien en alto.