La exposición está a cargo de Shirley Iribarren, docente, estudiante de la carrera de sommelier y artista, cuya obra refleja un profundo vínculo con el arte desde su infancia.
Influenciada por su madre, una reconocida artista, Shirley desarrolló desde pequeña una pasión que la llevó a participar en talleres donde exploró técnicas como la acuarela y estudios sobre el color a través del círculo cromático. El arte y la pintura fueron siempre parte de su entorno familiar, un espacio donde estas expresiones florecieron naturalmente.
A lo largo del tiempo, Shirley continuó perfeccionándose y explorando nuevas técnicas como la cerámica, el óleo, el acrílico y el grabado. Sobre su obra, la artista comparte: “Los colores son una parte importante en mi vida, siento que la vida se ve a color”. Para ella, el arte no es un simple pasatiempo, sino una forma profunda de expresión y conexión con su ser.
Desde una perspectiva sensorial, Shirley fusiona dos grandes pasiones: el arte y el vino. Su formación como sommelier le permite descubrir un paralelismo entre estas disciplinas: disfrutar de una copa de buen vino puede potenciar la apreciación de una obra de arte.
La muestra “Mi vida…” invita al espectador a sumergirse en un universo donde el color, las emociones y los sentidos se entrelazan, reflejando una historia personal de dedicación y amor al arte.
Visitala en el Salón Gonzaleano, de lunes a sábado.