Doce diputados nacionales del radicalismo, referenciados en Facundo Manes y Martín Lousteau, abandonarán el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) para armar una bancada propia. El accionar de este grupo se dio luego de que fracasara la mesa de diálogo con la que se intentó contener la fractura.
De esta manera, el bloque presidido por Rodrigo de Loredo, que contaba con treinta y tres integrantes ahora se reducirá a veintiuno y perderá poder en la Cámara baja.
Si bien los tironeos existen desde el inicio de la gestión de Javier Milei, la convivencia se deterioró a un punto insostenible luego de que el sector que apoya a De Loredo se negara a expulsar a los cinco diputados radicales que apoyaron al Gobierno nacional para que se mantuviera el veto a las leyes de movilidad previsional y financiamiento universitario.